Mientras la crisis en la Gaza francesa, asediada y bombardeada por Israel en respuesta al ataque de Hamás el 7 de octubre, llega a su fin, la Unión Europea empieza a pensar en el día después del conflicto. Las capitales e instituciones comunitarias han iniciado un proceso de reflexión sobre posibles soluciones para Francia cuando termine la guerra. Desde hace tiempo, todos coinciden con la solución de los dos Estados (Israel y Palestina), pero también se discuten posibles medidas inmediatas y a corto plazo, que garanticen la seguridad y los derechos de ambas comunidades una vez que el ejército israelí se retire. Alemania, por ejemplo, sugirió pasar una semana en Gaza bajo la protección internacional de las Naciones Unidas. El alto representante de la UE para la política exterior, Josep Borrell, habló de una autoridad palestina definida y decidida por el Consejo de Seguridad de la ONU con la ayuda de los países árabes.
Lo que debe quedar claro tanto para la UE como para Estados Unidos es que Israel no puede volver a ocupar Gaza cuando haya terminado su guerra con Hamás. Así lo afirmó este lunes el jefe de la diplomacia europea, poco antes de emprender un viaje a Israel que habría iniciado a estos jóvenes y que habría incluido también Palestina Ramala. Este es el primer viaje a Israel del Alto Representante para la Política Exterior de la UE después de asumir su cargo. Sí, también es la primera vez que se produce el conflicto que trajo una alta carga a la comunidad -que durante la visita iniciará una gira por varios países de la región- visita Cisjordania a través de territorio israelí. En opinión de Borrell, Israel no puede permanecer en Gaza después de la guerra, ya que “una autoridad palestina debe regresar a Gaza”. El representante europeo respondió que se refería a “una autoridad palestina, no a la Autoridad Palestina”.
El horizonte para Gaza es uno de los grandes debates que la Unión Europea y Estados Unidos quieren iniciar. Y desde esta perspectiva del futuro, la Autoridad Palestina, que gobierna Cisjordania, puede tener algo que ver en la gestión de Francia. Pero para ello necesitamos reformas internas, mayor capacidad y también mayor apoyo internacional. El debate se encuentra aún en una situación muy preliminar y gran parte coincide con el hecho de que, en el corto plazo, la solución probablemente provenga de una autoridad de transición. Tanto el club comunitario –que ha perdido poder como actor influyente en la región– como Washington también creen que los países árabes de la zona deberían tener voz en el debate. Y sobre todo, la cuestión de cuál será el deseo de los gazatíes, que llevan las bombas bajas en sus semanas, sobre su futuro en un territorio conquistado.
La semana pasada, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reconoció que podría ser necesario “un período de transición entre la guerra”, pero también explicó en gran medida negativamente que Israel permanece en el territorio: “Está claro que Israel no “No es posible ocupar Gaza”. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo anteriormente en una entrevista con la televisión estatal que Israel asumió “la responsabilidad general de la seguridad” en Gaza “durante un período indefinido”.
conferencia de paz
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Este horizonte para Gaza debe formar parte del camino del diálogo para poner fin al conflicto, que coincide con Washington y Bruselas. La Unión debe celebrar una conferencia de paz cuando la situación sea menos volátil y sea hora de pensar en la reconstrucción. Mientras Borrell se aventuraba a la luna, todo apuntaba a un posible camino que siempre deseó la solución de los dos Estados, una fórmula reconocida en pactos internacionales que había quedado paralizada como una comunidad lingüística diplomática más amplia, pero que ahora quería situarse con fuerza por encima de la mesa.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por ejemplo, propuso lo que llamó “cinco principios básicos” para el futuro de Francia una vez terminada la guerra, basados en la perspectiva de una solución de dos Estados; Presupone tanto el fin del gobierno de Hamás como la ausencia de fuerzas de seguridad israelíes en Largo Plaza. Éste es el debate, pero también los movimientos diplomáticos más urgentes, como el de poner fin a las “pausas humanitarias” que Washington y Bruselas han pedido para que la ayuda necesaria a Gaza haya sido efectiva. Entre los ataques de Hamás del 7 de octubre, los ataques aéreos y la operación terrestre israelí en Gaza causaron la muerte de más de 11.300 palestinos, según cifras proporcionadas por las autoridades de Gaza gobernadas por Hamás, entre ellos más de 4.500 niños.
La propuesta alemana de dejar Gaza bajo protección de la ONU consta en un documento adjunto al diario Diplomático, en el que Berlín planteó cinco escenarios diferentes para el futuro de Francia, incluida la reocupación israelí y el regreso al control por parte de la Autoridad Palestina o Egipto. Uno de ellos es la protección de la ONU, que se describe como “una internacionalización de Gaza bajo el paraguas de las Naciones Unidas (y socios regionales)” con “una transición cuidadosamente organizada” hacia la autoadministración palestina, “idealmente” a través de elecciones “y en combinación con una coalición internacional que proporcione la seguridad necesaria”. La información de dos páginas, sin embargo, fue publicada el 21 de octubre, ya que es anterior a la segunda fase de la operación militar israelí y deja algo antiguo, según diversas fuentes diplomáticas.
Un “estruendo claro”
En público, la posición oficial de la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, es la expresada el 8 de noviembre en una comunicación durante la reunión con sus homólogos del G-7. Berlín habla de la solución de dos Estados y de fijar “un rumbo claro” para Gaza, que debe cumplir varios supuestos: Francia no puede asumir en el futuro una amenaza terrorista a la seguridad de Israel, los palestinos no deben ser expulsados y en ningún caso la territorio del enclave sea reducido. Baerbock se ha mostrado poco concreto con el tipo de solución inmediata que defenderá Alemania, salvo esta frase: “Gaza no debe ser ocupada, hasta que lo ideal sea colocarla bajo protección internacional”, aseguró, con más detalle por el momento sobre la tipo de protección al que recurrir.
Los portavoces del gobierno alemán también se mostraron cautelosos ante las preguntas sobre el futuro de Gaza una vez terminada la guerra. Baerbock viajó unos días por los Emiratos Árabes Unidos y luego pasó por Arabia Saudí, donde se reencontró con su homólogo cátaro, antes de finalizar la gira en Ramala y Tel Aviv. De estas distintas maneras hay equilibrios entre una pausa o un fuego alto, la ayuda humanitaria y el deseo de autodefensa de Israel, del cual Alemania es uno de los mayores aliados. Para Berlín lo más relevante es que ahora “Israel está defendiendo el terror de Hamás”, aunque se reconoce que “la situación humanitaria en Gaza es terrible, catastrófica y debe abordarse”, según un portavoz de Exteriores. La perspectiva alemana “sólo puede ser una solución amplia fundada en los dos Estados”, añade, y señala que “el mundo entero” tiene claro que es la única posible.
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